lunes, 16 de septiembre de 2013

Entonces.

Cuando por fin se encuentran dos almas
que durante tanto tiempo se han buscado la una a la otra entre el gentío,
cuando advierten que son parejas,
que se comprenden y corresponden,
en una palabra, que son semejantes,
surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.
Esa unión es amor,
como en verdad muy pocos hombres pueden concebir.
Amor que es una religión, 
que deifica al ser amado
cuya vida emana del fervor y de la pasión
y para el que los sacrificios más grandes 
son los gozos más dulces.

Victor Hugo.

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