lunes, 16 de septiembre de 2013

Ruta 66.

Hemos visto una señal. “Tramo de concentración de accidentes”. Voy a pisar el acelerador. Si alguien sale herido declararé estado de enajenación mental. Si todo sale bien, llegaremos a Méjico y el timón será todo tuyo. De momento déjame a mí.




Días extraños. (Nacho Vegas).

Entonces.

Cuando por fin se encuentran dos almas
que durante tanto tiempo se han buscado la una a la otra entre el gentío,
cuando advierten que son parejas,
que se comprenden y corresponden,
en una palabra, que son semejantes,
surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.
Esa unión es amor,
como en verdad muy pocos hombres pueden concebir.
Amor que es una religión, 
que deifica al ser amado
cuya vida emana del fervor y de la pasión
y para el que los sacrificios más grandes 
son los gozos más dulces.

Victor Hugo.